Luna


 La mañana comienza con un aleteo de la  brisa que empapa las manos de un aferrado apretón, que solo dos miradas fijas y circunscrita en el momento preciso del encuentro, dos personas que no se habían visto durante mucho tiempo comenzaron a tener encontrones entre sí, solo ellos sabían lo que estaban haciendo uno del otro, ya que en el juego de fuerza lo que cuentan son solo los ojos de ganador, cuando la partida recién comenzó de un lado al otro y todas las miradas de los espectadores comenzaban a generar una situación de personal apoyo a quien estaba ganando en todo momento, que cuando comenzaron a tener el ligero desliz de la derrota de uno, las apuestas se doblaban en un sentido que no solo puedan estar completos de alguna razón y sentido que solo una situación de corazones apagados tenían en es momento, las aspiraciones de todo cuanto fuera estar sujeto a los momentos que no solo puedan complementarse de alguna resiliencia, que no solo algunos comenzaban a tener, porque compasión era lo que faltaba en el salón de los acuerdos que no pueden encontrar en el sentido de la vida misma y en el en sí de los momentos que puedan estar sostenidos por alguna mano posible de desesperación, sin ese sentido de justicia que fueran arrojando los suspiros de los corazones, fueran a tener el mismo camino que la decisión que imposibilitara los acueductos de lo posible, en esa maraña de cartas expuestas en algún sentido posibilitado de alguna forma que con la sola idea puedan estar compaginados de alguna forma, que simple y llana mente fueran a encontrarse, sin el remordimiento que se habían guardado por alguna solo condición, solo así los momentos que se pasaban en pleno ring, servían para apaciguar un momento de dolor que fueran a conseguirse en cada encontrón que siguieran en la misma dirección que no tenían, solo en los momentos que fueran a cumplirse, tenían los mejores momentos que no solo fueran a compadecer a todo el que fuera a obtener los mismos momentos que se habían encontrado en las mismas decisiones que nada tenía que pasar, con ese sinsentido de los momentos que fueran a seguirse, lo que poco o nada estaban seguidos, comenzaban a cumplir un derredor de pesados componentes que no solo dieran lugar y origen, sino una forma ficta de realizarlo todo, porque por alguna razón, todo esta cumplido y compelido a aproximarse del todo. 

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